Este domingo pudimos disfrutar de una gran jornada de alpinismo. Tiempo perfecto, soleado y ni frío ni calor.Junto con Ana y Alberto pudimos sacarnos la espinita de la semana anterior, una vez más " el que la sigue , la consigue ". Nuestro objetivo esta vez en el pirineo aragonés, la PUNTA ESCARRA ( 2.760 m.). La idea era subir por el corredor norte y terminar por la arista noroeste, de una dificultad de AD.
Comenzamos los primeros metros del corredor, la nieve estaba buena y pudimos aprovechar una huella muy cómoda, probablemente del día anterior. El corredor es amplio y bonito, mantenido en 45º hasta la salida donde coge un poquito más de pendiente. A buen ritmo en apenas una hora estábamos en el collado que da al valle de Ip.
Un pequeño descanso en el collado para cargar pilas y afrontar la parte final de la ascensión, la arista noroeste.Nos encontramos la arista en perfectas condiciones!!!
Comenzamos salvando un primer zócalo por la cara oeste por unas pendientes de nieve, y buscamos la arista. Superamos la arista en tres largos, un primer largo de roca que Ana y Alberto superaron con comodidad. Un segundo largo de nieve ya encarando la parte final de la ascensión. Y un último largo mixto , un poco más pendiente y con un ambiente impresionante!!!
Tras el esfuerzo, la reconpensa!!! llegamos a la cima!!! Los tres llegamos muy contentos a la cima, ellos por el esfuerzo hecho y yo por ver como Ana y Alberto poco a poco van cumpliendo sus sueños!!! Gente que respeta la montaña, que tiene paciencia, que es realista a la hora de marcarse objetivos, que pone toda la carne en el asador y que rebosan ilusión y motivación!!!
Esto no ha terminado, aún falta el descenso y hay que mantener la concentración. Necesitamos de tres rapeles antes de llegar de vuelta al collado. Ana que tiene bastante respeto a rapelar, resolvió muy bien la tarea.
Ya en el collado y tras un peque nique " high quallity " descendimos el corredor. Para nuestra alegría la nieve se mantuvo bastante dura lo que hizo que el retorno fuera agradable. Tras 10 horas de montaña estábamos de vuelta en el coche donde Arrati nos esperaba con ganas de vernos.